La dama del metro
Alonzo veia con atencion la gente subir y bajar del metro, no siempre se consigue un asiento, como le habia sucedido a el, mientras pensaba en eso, vio a una dulce mujer vestida de elegantes ropas, con mirada perdida por el vagon, de ves en cuando algun hombre pasaba y le repegaba su miembro aproposito, dandole un llegue en ese tracero voluptuoso que ella poseia, la mujer bellamente adornada como para una cena de gala o fingia o no se daba cuenta, a veces Alonzo tenia fantasias eroticas de que los hombres le hicieran lo mismo, pero debido a su sexualidad, habia sufrido maltrato toda su vida, su padre lo odiaba, su madre era su unica confidente, tenia un bonito departamento en una colonia de buena categoria, pero eso no calmaba los años de dolor y humillasiones, las mujeres tambien sufrimos hijo, le dijo su madre, su pareja, un transexual seguramante le esperaba en casa, a veces se sentia culpable, el, Roxana era amable y se esforsaba por ser amable y cariñoso, pero Alonzo era debil, mas de una ves se habia ido a acosterse con gente del trabajo, homosexuales que no salen del closeth por el temor al que diran, se casan, tienen hijos y viven una vida llena de hipocresia, sin embargo, a veces pensaba que la gente tal ves asi era feliz, Alonzo vio con cautela a la mujer, su cuerpo voluptuoso mostraba una bella figura pese a estar cubierta de un trage de sastre, de pronto se topo con una mirada, era la de un hombre joven, fornido, llevaba una cruz en el pecho, tenia los pelos en punta pintado de rubio, el hombre no veia a Alonzo, veia a la mujer la cual se giro y vio al joven, este se levanto de su asiento y se acerco, Alonzo se prosiguio observando al joven de manera casi impredecible;
-hola mi reina, ¿necesitas compañia?-
el joven dijo con voz de galan sobre actuado;
-gracias, pero no-
dijo la dama;
-vamos, nos vamos a divertir-
la mujer le vio;
-mira a ese joven, el del maletin, desde que te subiste no deja de verte-
Alonzo vio su maletin dandose cuenta que se referian a el;
-¿que me ves estupido?-
le espeto el joven de aspecto pandillero;
-nada-
dijo timidamente Alonzo;
-eres solo un puto mas de esos de la zona rosa-
dijo el joven;
-no, dejeme en paz-
el pandillero regreso con la mujer;
-asi se tratan a los maricones-
dijo el pandillero, el joven se sorprendio, la mujer se acerco y le murmuro algo, esto hizo sonreir al joven, la estacion llego al fin, Alonzo salia se dirigio a la puerta del metro, la demas gente empeso a salir, el joven pandillero se acerco a el y le dijo;
-oye amigo, espera-
Alonzo se detuvo y vio al joven, penso que tal ves le esperaba una nueva golpisa;
-mira amigo, esta chica me dijo que me disculpara, solo asi podre conseguir su numero-
Alonzo vio a la mujer desde el Vagon, esta era la ultima parada del metro debido a fallas mecanicas;
-esta bien-
dijo Alonzo;
-sin odio-
Alonzo asintio, notando los ojos verdes de ese joven;
-venga dame esa mano-
Alonzo se lo penso, al final le dio la mano, sin darse cuenta que la estacion permanecia sola, Alonzo le tendio la mano al fin, el joven le tomo la mano, se estrecho con fuerza, pero de un movimeinto rapido lo tomo del brazo y lo arrojo contra el vagon, Alonzo se impacto de cara al vagon, el joven lo volvio a tomar y lo arrojo dentro del vagon, donde la mujer le veia atento, debajo de ese saco, la mujer permanecia desnuda, mostrando un bellos y enormes senos, sus labios vaginales recien afeitados, ademas de su pelo negro asabache, adornado con bellas joyas apenas visibles en sus oidos y anillos en sus dedos;
-hora de enseñarte lo que es bueno-
dijo el joven mientras cerraba las puertas de los vagones, Alonzo trato de pararse, pero un golpe en el estomago lo contuvo, la mujer se acerco y empezo a acariciarle el rostro, despues el miembro;
-tranquilo amor, no dolera, si no te resistes-
dijo la mujer mientras desendia su mano hacia la entrepierna de Alonzo
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