lunes, 22 de octubre de 2012

cazador de almas 3


Violencia o placer, se consegue de la misma forma, gratis o pagando, pero lo mejor es cuando es gratis...

Ella ingreso al salon, con cierto nervisismo, yo la veia atento, los demas disfrutaban el espectaculo desde unas sillas donde podian ver comodamente el acto;

-¿deben ver ellos esto?-

la vi con diversion;

-si quieres los retiro-

ella los vio con atencion;

-no, es solo creia que seria mas privado-

sonrei;

-debes quitarte ese miedo, esto no saldra de aqui-

ella asintio, la recoste en la cama, mientras la desnude;

-no seas brusco-

dijo ella con una sonrisa timida;

-eso no comienza asi, veras, por ahora sera solo una prueba nada mas, solo para saber que tanto placer puede conseguir tu cuerpo-

ella asintio, mientras la yo comenzaba a disfrutar de su cuerpo, acariciando su sexo, sus pechos, saque la primer herramienta, un pequeño dildo anal que ella vio con diversion;

-lamelo-

ella me vio, empezo hacerlo timidamente, como una niña que un desconocido le da un dulce;

-eso haci se hace-

yo prosegui disfrutando su cuerpo, era virgen en ese aspecto, por eso debia ser cuidadoso;

-muy bien, empesare por tu ano-

me acerque con cuidado, ella empezo a reir;

-¿que tal si suelto una flatulencia?-

yo sonrei;

-no pasara mas que te ganes un buen castigo-

ella no dijo mas y yo me centre en probar ese cuerpo de angel caido en desgrasia, ella comenzo a dar unos pequeños gemidos de placer delisiosos, pero con suavidad y ternura introduje el dildo, ella gimio como si aguantase, me centre en su vagina y su clitoris, ella empezo a respirar rapido, de mnera exitante y fuerte;

-bien ahora sigue lo bueno-

saque el masageador, ella lo vio como si lo conociese, pero como muchos solo lo conocen de las peliculas y videos porno, se lo coloque, ella empezo lentamente a mover su cuerpo ritmicamente, sus gemidos eran delisiosos, arpegiados como tonos de una sinfonia;

-mira como te estas mojando-

le dije, ella no contesto;

-espera....-

dijo con vos entrecortada;

-no-

conteste; prosegui, ella sentia su cuerpo derrumbarse, lo supe por que no dejaba de moverse, de sentir;

-¿dime has tenido orgasmos con tus clientes?-

ella me vio;

-no-

yo prosegui, ella cerro los ojos y de pronto ella lanzo como manguera a presion chorros de liquido vaginal;

-mentirosa-

le dije, ella solo me vio;

-te amarrare, esto solo ha sido el comienzo perra-

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