Tengo ganas de violarte....
Ella vio con
sorpresa mi nota que le habia dejado en mi regalo, abajo de esta
permanecia una cadena de oro, hermozamente labrada, tenia tres
collares de cuero y el mas grande tenia diamantes alrededor, otra
caja permanecia los trazos de tela que conjugaban con las cadenas,
haciendola una ropa que la volvia una mujer semidesnuda, en poca
ropa, ella me veia con ese rostro de me tienes que estar jodiendo;
-bien, ¿te gusto?,
pontelo-
ella me vio,
suspiro ella adivino mi pensamiento con solo ver mi mirada, se lo
empezo a colocar, segun las pieza, la cadena le amarraba las manos un
poco y podia ser apretada adelante o atras de ella, los retazos de
ropa la obligaban a estar semidesnuda, debajo de ella solo permanecia
una pequeña tanga de hilo dental, sus pechos enormes podian verse y
salir facilmente, ella se cubrio como si tuviese pena;
-¿por que te
apenas?-
ella me miro
extrañada;
-¿si dios queria
que andasemos desnudos en el eden, por que tendrias que
avergonzarte?-
ella trago saliva,
un paso en falso y desataria el infierno;
-para eso no fuimos
creados-
yo rei;
-no nacimos para
ser miserables en esta tierra-
ella me vio
extrañada;
-ven vamos a cenar-
ella se sorprendio;
-iremos a un buen
restaurante-
ella se puso roja;
-es verano putilla,
nadie te vera con ojos extraños-
asi fue como
salimos en su carro por la ciudad, cuyas luces rojas y amarillas nos
bañaban de un placer morbido, ella llevaba un chal por el sereno
nocturno, se sentia como la puta de babilonia;
-deja de actuar de
una puta monja-
le espete
ella me vio con
temor;
-me has quemado,
golpeado, humillado y quieres que actue normal-
yo rei;
-mienteme y dime
que lo que te hago no te hace gozar-
ella no contesto;
-date cuenta que
res una zorra egoista, mucha gente quisiera estar en tus zapatos,
eres afortunada por estar viva, por tener un objetivo-
ella cuestiono;
-¿cual es ese?-
yo sonrei;
-darme placer, eso
es mejor que tragar prozac y drogas para dormir, pero por lo menos ya
puedes dormir por las noches-
ella me vio y por
fin detuve el carro, el valet parking tomo las llaves y salio con el
coche, las miradas de los presentes se posaron en ella que se cubria
con el chal, pero al entrar las miradas se desvanecieron, habia una
mujer con el escote tan pronunciado que dejaba a putilla como una
integrante del club de la desencia;
-la reservacion
para el señor Hillfiger-
dije al mesero,
este sonrio y nos llevo a la mesa, putilla se sentia extraña;
-¿que lugar es
este?-
una jovencita,
quiza de apenas de 18 años fue tomada por otra mujer, la joven rubia
la desnudo, la peliroja de 18 perdio la ropa y termino sobre la mesa,
el comensal comia sin darle importancia, la mujer rubia tomo una
botella de vino y empezo a vaciarsela en la boca a la otra mujer,
esta aguanto el vino blanco en su boca, el hombre acerco su boca a la
vagina de la mujer desnuda, entonces la mujer empezo a dejar el vino
de su boca pasando por su cuerpo desnudo, hasta pasar por su vagina
donde el hombre bebia el vino, mientras de paso le hacia el sexo oral
de su vida, una ves vacia la boca de la pelirroja, mas vino y de
nuevo el hombre bebio como los viejos reyes de antaño, sobre la
vagina de una joven casi virginal, nuestros platos fueron servidos,
yo comi un filete de carne grande y jugoso acompañado de camarones a
la diabla, arroz y ensalada acompañaban, ella comio una hamburguesa
enorme, con papas y una sopa de hongos, una mujer entro, era cargada
por seis hombres en una almohada enorme, ella solo se paro para
sentarse en la mesa a comer, sinco hombres se sentaron a comer con
ella, otro se coloco bajo de ella, como un mueble humano, la mujer de
ves en cuando le dejaba caer algun pedaso de comida al hombre de
abajo, uno de los hombres de la mesa se le cayo algo del plato, esto
enfurecio a la mujer, los hombres se levantaron y le tomaron de los
brazos al otro, incluso el que estaba debajo de la mesa, lo tomaron
por la fuerza y la mujer saco un chicote, sin piedad el hombre fue
castigado, putilla estaba asombrada, habia dejado de comer, solo para
ver esos musculosos cuerpos ser castigados, eran hombres grandes
fuertes y pero debiles mentales, esa vibora yo la conocia bien, ella
se habia ganado mi marca en su tracero, por eso y mucho mas odiaba a
los hombres, pero a las ves le facinaban, 30 chicotasos bastaron para
humillar esa masa torpe de musculos, yo termine de comer, putilla me
vio;
-¿que clase de
restaurante es este?-
yo sonrei;
-un restaurante
para el placer del dolor-
ella suspiro;
-la comida es
deliciosa-
dijo con una
sonrisa;
-aqui hay una
regla, o pagas o tu carne paga-
ella me vio
extrañada, pero o una sonrisa, estaba hebria;
-vaya, hasta en la
comida te veo-
yo sonrei;
-¿quieres placer
duro o suave?-
ella sonrio;
-tu sabes lo que me
gusta-
fue cuando la tome,
la desnude y la arroje sobre la mesa, con la cadena la amarre y la
prepare, con fuerza comense a masturbarla,ella empezo a gozar, los
comensales se volteaban a vernos, solo los esclavos y maestros
iniciados se giraban a vernos, los ojos de vibora se posaron sobr mi
presa, queria algo de eso, lo sabia, pero hoy no, la masturbe hasta
que ella se vino en liquidos vaginales que explotaron sobre la mesa,
la desamarre y la deje ir al baño para esclavos sexuales, era un
lugar para hombres y mujeres, no podian hablar entre ellos ni nada,
ella regreso vestida con ese vestido que le mande a hacer, los
meseros llegaron ylimpiaron, deje una buena propina, los dueños y
varias maestras nos veian ansiosas, me la lleve en el carro, ella me
abrazaba;
-¿todavia me
odias?-
ella sonrio en
medio de su embriagues;
-tal ves, o tal ves
solo quiero tu atencion-
yo la vi, sonrei y
la bese, mientras el semaforo se tornaba en rojo y permaneciamos en
esa ciudad sin nombrre.
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