lunes, 29 de abril de 2013

Alicia en la casa del placer 3


Lo mas dificil de ser madre, pequeña, es que tu corazón puede traicionarte y harías cosas muy mal hechas por tus hijos, dijo la señora, no esta bien dejar que tus hijos hagan lo que quieran contigo, pero a veces el amor de uno es mas fuerte, Alicia escuchaba atenta, mientras la señora la abrasaba, ambas dormían abrasadas, Alicia le encantaba eso, le gustaba dormir acompañada de un cuerpo tibio a veces caliente, tanto  así que a veces la quemaba por dentro, con el paso de los días Alicia pensó en la señora como en su madre y pensó que estaba bien, ella no conoció a su madre, por lo que la señora podía tomar ese rol , cuando ambas no tuvieran sexo claro, pero últimamente la señora parecía distante, la abrazaba mucho y el sexo se había reducido, esos días de extraña calma, Alicia pensó que quizá la señora se deshiciera de ella, en secreto Alicia lloraba, un día la señora la encontró llorando, sin preguntarle que le pasaba, la conzolo, ambas lloraron sin decir el por que lloraban, después de esto Alicia se dio a la idea que la señora le guardaba afecto, entonces no podía ser eso, por lo que decidió ignorar los modos de la señora sin importar lo doloroso que llegase a ser, una noche cambio todo cuando, la señora la llevo a una alcoba a Alicia y la desvistió, la amarró de manos y la mantuvo así, perdóname pequeña, pero tu eres mi esperanza de volver a tener a mi hijo conmigo, perdóname, todo lo que hoy te acontezca, te lo retribuire con creces, Alicia no le quedó mas que asentir, ella lo sabia, su vida se había tornado en puro pecado desde que había llegado a esa casa, sin embargo dentro de ella, le gustaba, incluso si ese hombre, que fuera seguramente un palurdo masoquista, valdría la pena pasar por aquello, lo que fuera por no volver a ese monasterio, la señora estuvo a punto de amordazarla, pero Alicia pidió un beso, como los ebrios, un trago para el  valor y afrentar lo que se venga, la señora salio y Alicia permaneció atada y amordazada, por un tiempo así permaneció, hasta que escucho por fin ajetreo las voces de personas entre ellas la señora, por fin la puerta se abrió, ella se estremeció y se mojo exitada.
El hombre le observo atento, era guapo pero tenia un peculiar  gusto de vestir, ella lo vio con atención, en verdad ella quería decir, por favor suéltame, pero también podía significar, dale duro y sin piedad a este mi cuerpo, el hombre se acerco y pudo oler su perfume delicioso, exquisito, natural, ella olio su aliento alcohólico, se lo imagino dentro de una cantina, llena de olor a tabaco, donde el hombre seguramente reia y decía a sus amigos ebrios, en la casa me espera una mujer lista para fornicar, le date hasta por donde le duela, esto la exito mucho, el hombre  le quito aquella cosa para morder y ella suspiros a gusto, el hombre le planto un beso forzado tan delisioso y exquisito que ella se sentía que se derretía, pero no la desamarro, decendió para lamer, chupar y comer su vagina, ella comenzó a sentir una nueva ola de placer, frente a un desconocido, ella anciana mas, pero el hombre se detuvo,  desamarro la cuerda, pero no a Alicia, le amarró el cuello con las manos de tal forma que cada ves que se novia de mas o por error ahorcaba, el hombre dejo un pedazo de cuerda para tenerla como correa, el hombre se la llevo del cuarto y llevo a la sala, donde la señora permanecía dentro de una jaula, con las piernas abiertas tanto como su cuerpo se lo permitía, su ano tenia un enrojecimiento anormal, así como su vagina goteaba un liquido blancuzco, la señora tenía la boca tapada con una cuerda tan apretada que la mordía, la señora le miro, ella capto el mensage, por señora debía aguantar, lo que sea y así seria.

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