El alumno supero a la maestra, y la
amarro con fuerza...
Putilla cada dia que pasaba se
acostumbraba a ser mi fiel mujer y esclava, me habia dicho su nombre,
Leticia o algo asi, yo solo lo usababa cuando estaba enfadado con
ella, y Putilla era su nombre de pila cuando me hacia feliz o era
feliz a mi lado, pero el pasado a veces regresa a ti con tanta fuerza
que te golpea y te deja tirado por algunos segundos preguntandote si
alguien anoto las placas del bolido que te golpeo, ella me llamo por
celular, su nombre era Maria, era de oficio maestra, la habia
conocido en un chat, ella soñaba con ser golpeada, ultrajada y
violada por varios tipos, vaya que fue divertido hablar con ella,
recordaba mientras conducia hacia el lugar donde habria de verla.
Ella esperaba en el cafe acordado a la
hora acordada, yo la vi desde la entrada, en sus fotos se veia gorda
y acabada, segun ella, pero en persona era mucho mas hermoza, ella
sonrio, leia un libro del Marques de Sade, cosa que me hizo sonreir;
-hola-
dije con cortesia;
-hola señor X-
yo sonrei, ese era mi apodo e el chat;
-bien, aqui estamos, ¿cual es el
plan?-
pregunte;
-tu dime-
en verdad parecia nerviosa, pero
dispuesta a todo;
-¿como se llama tu marido?-
ella bajo la mirada;
-¿por que preguntas?-
vi en el parque a unos niños jugando
no muy lejos;
-podemos hablar mejor de tu libro, vaya
que Sade era un pedofilo-
esto la hizo reaccionar;
-esta bien, el es un macho, pero no
cualquier macho, ¿me explico?, le gusta ordenarme, pero se suavisa
cuando quiere algo, a veces a estado apunto de golpearme, pero me
defiendo, una ves estuve apunto de encajarle el cuchillo, pero....-
ella guardo silencio;
-vaya, definitivamente eres una ingenua
si crees que te ama, el te destruira si se lo permites-
ella agacho la mirada;
-¿cual es la diferencia entre tu y
el?-
yo rei;
-ninguna, pero tendrias que vivirlo
para darte cuenta de ello-
ella parecio estremecerse;
-date cuenta que una mujer como tu le
gusta ser menos que un objeto, como te usa tu marido, pero yo te
daria tu lugar que te mereces, una buena vitrina te lo aseguro-
ella en verdad parecia en su cabesa que
en la readlidad;
-pero podrias un solo dia desobedecerlo
y ser libre, solo por un segundo-
ella sonrio y asintio, el mesero trajo
las cartas y pedimos un cafe para cada uno;
-dime que debo hacer-
yo sonrei;
-ve al baño y quitate la ropa
interior, el sosten y la tanga o lo que sea que lleves puesto-
ella trago saliva, la gente empesaba a
entrar al cafe;
-pero....-
yo sonrei;
-¿vas a tomarte esto en serio o no?-
ella trago saliva y salio de alli,
espere,seguramnete se iria con su macho, que al contarle todo le
daria una buena, pero ella volvio, con los pechos sueltos debajo de
su ropa de oficina, ella cerraba las piernas para evitar dar un
espectaculo;
-deja de cerrar las piernas, no te lo
pedi para que las cerraras-
ella obedecio, la mirada de una pareja
se poso sobre nosotros;
-ahora dime que sientes-
ella suspiro;
-miedo, verguenza-
yo mire al parque que se habia quedado
solo;
-me lo imagine, bien desde este punto
no hay regreso, si quieres puedes marcharte o quedarte, pero te lo
advierto no quiero lloriqueos ni nada de correr a llamar a la
policia-
ella me vio aterrada, pero bebio de su
cafe;
-no vas a hacerme daño-
yo rei, el cielo se nublaba;
-no, soy un mazoquista, no un sadista,
no me gustan los cadaveres ademas que la sangre es muy dificil de
limpiar-
ella me vio con temor;
-bien, mandame maestro-
yo rei, era divertido, no me gustaba
que me llamaran de ninguna forma, pero esto me hacia gracia;
-terminaremos nuestro cafe y nos
dirigiremos a los baños publicos;
ella me observo aterrorisada;
-eso es demasiado-
yo suspire, vi la calle;
-parate de una puta ves-
ella trago saliva y se levanto, yo pedi
la cuenta y el mesero nos la trajo, este noto el busto de ella;
-aqui esta joven-
yo pague y nos retiramos, la lleve a
los baños, donde habia poca gente, la introduje con fuerza y le
arranque la blusa, su sus pechos eran mas grandes de lo que
aparentaban, ella no era fea en lo absoluto, es que simplemente habia
que verla atraves de diferentes angulos comolo hacia yo, asi la bese
a la fuerza y pude probr sus pechos enormes, mis dedos se dirigieron
a su vagina, en la cual pude sentir su bello pubico, ella no decia
nada, solo se limitaba a gozar, fue entonces que la gire la tome y le
levante la falda, solo asi pude probar su ano y su vagina, ella en
verdad luchaba por no hacer ruido, pero despues de probarla, la
empese a nalguear, pero cada ves mas fuerte, algrado de dejarle el
tracero rojo, ella me veia ente el temor y la angustia, tome de su
bolso el brasier y la tanga, con ellas la amarre la boca y las manos
y comnce a penetrarla por la vagina, era delicioso, ella por los
nervios y la tension apretaba, ademas que estaba bastante humeda,
aquello era delisioso, prosegui pero no me quede con ganas, la
acomode y la prepare, su ano estaba caliente, con suavidad comense
acarisiarlo, ella me veia pero no decia nada, pero yo podia leer en
su rostro, lo que sea que vayas a hacer, has lo de una ves, entonces
comence lentamente a introdusirse, era apretado y ella lanzo un
gemido de dolor y no dejo de moverse y gemir como una cerda, hasta
que estuve apunto de venirme, la descolgue y la pusede rodillas con
las manos atadas, sobre su cara me vine y la obligue a tragarse mis
fluidos, la baje y le ordene;
-saldremos y tu no te limpiaras la
cara, ademas de que lo haras descalsa-
ella solo asintio;
salimos y caminamos, afuera del baño
estaba una pareja con la cara de sorpresa y temor, la chica se le
quedo viendo a Maria e hizo una mueca de asco, llegamos a su carro
donde pudo limpiarse la cara;
-¿y bien?-
ella me vio;
-eso fue....-
yo sonrei;
-el mejor sexo de tu vida-
ella me vio y sonrio, sin mas la bese.
Pero ahora, ella estaba a mi merced...
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