La pelirroja Alicia vio
aterrorizada su oportunidad de escapar para siempre de ese nefasto
monasterio donde se supone estudiaba, por que en realidad era una
esclava pues nadie pagaba su costosa colegiatura, lavaba planchaba,
cocinaba y peor a un era humillada por las monjas que ella no dejaba
de maldecir por las noches mientras lloraba, si existía un dios, ese
dios se alejaba de ella, y ningún dios que se considere bueno haría
eso, por eso cuando vio la puerta abierta, no lo dudo, corrió como
loca por ese portón de madera buscando escapar, lo hizo sin saber
como pero peor a un sin planear como.
Ella vago por la ciudad
sin rumbo, la primera noche la paso con hambre y frio, temerosa pero
a la ves llena de miedo, sin saber que hacer, entristecida lloro por
horas, hasta que se quedo completamente dormida, el día siguiente
llego el frio, una mujer se paseaba por la plazuela colocando
letreros que decían;
Familia Alves Urrutia
solicita una ama de llaves que sepa leer, escribir, coser,
planchar, lavar platos, barrer, trapear, cocinar, buen sueldo,
además que se quede en casa para trabajos nocturnos, interesadas
presentarse a la casa Alves Urrutia con doña Gimena
Alicia sintió un vuelto
en su corazón, al fin algo de suerte, la chiquilla sintió y corrió
hacia la mujer que ya se marchaba,Espere, Grito la chiquilla, la
mujer se giro con cierto aire petulante, solicita empleada, yo puedo
ser esa,La mujer le vio atenta, vaya eso fue rápido, sabes hacer
todo lo que dice aquí?, La chiquilla agacho la mirada, no, pero
puedo aprender, le juro que aprenderé.
La mujer sonrió, no te
preocupes, se que lo harás, sígueme, la llevo a una casa grande y
bella, tenia estatuas de ángeles y gárgolas, esta es mi humilde
morada y la de mi hijo, pasa por tu propio pie, la chiquilla entro,
la casa estaba sucia parecía tener años sin limpiar, esta casa si
quieres será tu hogar, mi hijo es muy descuidado, por eso se ensucia
con facilidad, Alicia había limpiado lugares peores, no se preocupe,
yo me haré cargo de todo, la mujer sonrió, mi nombre es Lucresia
Gimena, sabrás que debo hacer contigo una revisión física, para
saber que no estés enferma, Alicia asintió, por lo que debo pedirte
que te desnudez, Alicia así hizo sin malicia, bien déjame revisar
tus senos, la mujer acaricio sus senos, sus pezones, los estrujó
hasta que los pesones estuvieran erectos, estos pechos son enormes
para alguien de tu edad,Italia apenas puedo tomar uno con ambas
manos, Alicia sonrio, sintiéndose exitada a un que no lo sabia,
veamos, ahora tu conejito, dijo mientras llevaba su mano a su vagina
y la acarisiaba, mmmmm, todo parece en orden pero, será mejor
asegurarse, dijo la mujer mientras se agachaba y comenzaba a lamerle
la vagina con su lengua caliente y ardiente, Alicia comenzó a
mojarse, estaba teniendo su primer orgasmo, la mujer se detuvo y
dijo, bien ahora debo checar que no tengas la poleo, la mujer salió
del cuarto dejando a la chiquilla con ganas demás, la mujer regreso
con una soga, mira, debo amarrarte para saber que tengas esa terrible
enfermedad, Alicia fue amarrada de pies y manos, sus pies con las
manos, su cuello con sus pechos enormes, si ese era el costo de no
volver al martirio del monasterio, podía pagarlo se dijo Alicia, de
pronto la mujer, aprovechando que todos los nudos obedecían a uno
solo, los apretó con fuerza, Alicia lanzó un grito de dolor, pero
la mujer le dio un beso, largo, regio y delicioso que hizo a Alicia
aguantar, la mujer regreso a lamer su vagina, su ano, nadie jamás
nadie la había acariciado, ni besado, ni amarrado, la mujer
prosiguió, hasta que sin poder mas, Alicia se vino, la mujer soltó
a Alicia y se desnudo, ahora esta es tu máxima prueba, debes lamer
mi vagina, Alicia llevo sus manos a la boca, pero pensó en esas
mujeres crueles, esas malditas monjas, ya veo, no eres para este
trabajo, Alicia dijo, espere, ya voy, se acerco a esa vagina un poco
arrugada, pero suave y deliciosa, parecía suave mantequilla, que al
principio si la pruebas pura y líquida es de mal gusto, pero si
continuas le hayas el sabor, la mujer empezó a gozar cada ves más,
si, eso debía hacer, si no quería volver al monasterio, debía
hacerlo, la mujer encantada, poco a poco, llego al clímax, al final
dijo, el trabajo es tuyo, te llevare a tu cuarto donde dormirás y
descansaras por hoy, para mañana empieces con tu labor, Alicia
asintió, la mujer la llevo a su cuarto se acostó con ella y juntas
durmieron, mientras que a veces se besaban y acariciaban.
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